Camuñas es un brujo que en realidad no da nada de miedo. Desaliñado, feo pero que inspira una cierta ternura.
La historia comienza como si fuera a ser una historia de miedo, con Camuñas subiendo y bajando la montaña en una noche de luna llena en busca de niños que llenen su despensa.
Aparece aquí el otro protagonista de la historia: Blanca. Una niña muy despierta y lista, con cierto aire de “marisabidillas”, que gracias a su ingenio conseguirá no sólo que Camuñas no la coma sino que le hará dudar hasta de sí mismo.
(cfr. cuentosparamatilda)