Los antiguos egipcios eran grandes comerciantes. Como no existía el dinero, utilizaban el «trueque», que consiste en intercambiar un producto por otro.
Los puertos eran grandes centros comerciales, ya que el transporte por barco era más seguro que por tierra.
Para escribir cantidades utilizaban estos símbolos (parecido al que nosotros hacemos con las unidades y las decenas en ABN):
• Observa la ficha y explica qué ves: ¿Dónde están estas personas? ¿Qué están haciendo?
Observamos la ficha y comentamos cuánto cuestan la cabra y la vaca.
• Pega en el cesto los productos que obtendrán los comerciantes a cambio de su vaca y de su cabra.
Podemos organizar en casa un mercado de trueque como hacían los antiguos egipcios. Para ello tenemos que elaborar una lista de precios y objetos para el intercambio. Establecemos un sistema de códigos etiquetando los objetos (libros, puzles, juguetes...). Por ejemplo, que un lapicero rojo equivale a dos o tres amarillos. ¡A jugar!
