Jose hoy nos ha contado un cuento sobre una liebre.
¡Mirad qué atentos estábamos!
Y para recordar que mañana comenzamos el invierno,
hemos querido hacer que nieve en un árbol sin hojas.
En los niños pequeños los ejercicios de soplo
además de ayudar a controlar la respiración,
ayuda a entrenar los músculos que participan en el habla,
especialmente los músculos bucinadores que son los que están en la mejilla
y son los que se utilizan para soplar y silbar.
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